La pandemia en España se recrudece y las cifras de contagiados siguen ascendiendo tanto en nuestro país como en el resto de países europeos, que se están viendo forzados a aplicar restricciones severas en la población para así evitar que se siga expandiendo la pandemia y cause un colapso en los hospitales.
España por su parte, tomó la medida la anterior semana de declarar el Estado de Alarma para dar cobertura jurídica a las Comunidades Autónomas y que incluía el toque de queda a las 12:00 durante 15 días y la limitación de reuniones sociales a 6 personas; de esta manera, serían las distintas regiones las que gestionen las diferentes medidas a adoptar, y así lo hicieron: la mayoría de ellas decretaron confinamientos perimetrales de sus regiones para evitar que los ciudadanos puedan entrar o salir de ellas.
Una solución que no ha contentado a todo el mundo, pues muchos afirman que el toque de queda y el confinamiento perimetral regional no servirán para atajar la escalada de contagios y que las citadas restricciones no serán suficientes; es por eso que ya auguran la necesidad de un confinamiento domiciliario estricto para parar la pandemia.
El Gobierno central prefiere esperar
Al respecto de este asunto, el Gobierno Central se refirió ayer miércoles a la posibilidad de decretar un confinamiento domiciliario masivo de la población y aseguró que ahora mismo no es una opción que se esté contemplando.
El motivo que ha esgrimido el ministro de sanidad Salvador Illa es que se debe esperar entre dos y tres semanas para comprobar los efectos que han tenido sobre la curva de contagios el último paquete de restricciones que entró en vigor con la declaración del estado de alarma. Así lo recomiendan los expertos, pues los resultados de estas restricciones se podrán ver en 15 o 20 días, no antes, por lo que no sería prudente instaurar medidas más duras sin saber si estas han surtido efecto.
«Si se toma una medida el domingo, no va a dar resultados el martes (...) hay que ser riguroso y darnos el tiempo suficiente», explicó el ministro. Asimismo, calificó como «muy potentes y muy duras» las restricciones que están vigentes ahora mismo en España. «Hay margen para la toma de medidas adicionales», aseguró.
El Ejecutivo responde así a la demanda de varias comunidades Autónomas de decretar ya el confinamiento domiciliario con carácter formal y de manera urgente, como han sido Asturias, Ceuta y Melilla, que viven una situación límite. A ellos Illa les ha pedido que de momento sean pacientes.
Confinamiento duro, una estrategia para ‘salvar la Navidad’
El confinamiento domiciliario más restrictivo hace algunas semanas que está encima de la mesa. Y es que son muchos los políticos que están presionando para realizar ahora un confinamiento radical para doblegar la curva, y así poder librar la Navidad de restricciones más duras que supondrían grande pérdidas económicas para el país, pues la campaña navideña es clave para el desarrollo económico y supone poner 10.300 millones de euros en juego.
En este sentido, salió a la luz hace dos semanas que el Gobierno y Ciudadanos estarían negociando en secreto la posibilidad de realizar un confinamiento duro ahora en noviembre, para así poder entrar con mejores cifras a las vacaciones de Navidad.
Así lo han manifestado abiertamente políticos de nuestro país como Juanma Moreno, presidente de Andalucía, quien afirmó recientemente en Twitter: «Se trata de adoptar medidas más restrictivas ahora, como el cierre de la hostelería, para que dentro de unos meses se pueda abrir y salvar así la campaña navideña. Si hay que cerrar Andalucía que se cierre cuanto antes para salvar la Navidad».
Una estrategia que muchos médicos y profesionales de la sanidad están criticando, pues aseguran que se está anteponiendo y priorizando la economía por encima de la salud de las personas.