El Euromillones suele dejar casi todas las semanas unos cuantos millonarios en Europa. En esta ocasión, un ciudadano francés ha sido noticia y no precisamente por el premio conseguido. El sorteo dejó en su cuenta bancaria unos 200 millones de euros.
Pero en lugar de derrocharlo en caprichos, viajes y propiedades decidió donarlo a una buena causa. En concreto a la protección del medio ambiente a nivel global y a disminuir el impacto del cambio climático.
El afortunado del Euromillones es un hombre que prefiere mantenerse en el anonimato. Se oculta bajo el pseudónimo de Guy y reside en el sur del país, apuntan los medios galos. Desde hace tiempo venía mostrando su intención de colaborar con alguna organización ambiental.
La empresa pública que gestiona las loterías y apuestas deportivas en Francia, La Française des Jeux (FDJ), se encargó de confirmar la noticia. Ofrecen muy pocos detalles del agraciado, que prefiere seguir llevando una vida discreta, como si no hubiera ocurrido nada.
La suerte le llegó en el sorteo del 11 de diciembre de 2020. Fue ahí cuando el agraciado recibió los 200 millones que le ayudaron a conseguir una vida más plácida, sin tantos agobios económicos.
Desde el primer momento tuvo muy claro que su intención era colaborar con el medio ambiente. Por eso no lo dudó ni un instante a la hora de aportar su granito de arena con una organización sin ánimo de lucro. Lo hizo por medio de la fundación Anyama.
Guy entendía que su dinero tendría un mayor impacto en esta asociación que en otras. Pero al parecer, no se trataría del primer agraciado con un premio de estas características que decide ayudar a los demás regalando una parte.
Al parecer, el Euromillones también consigue sacar el lado bueno de las personas. Uno de los miembros de La Française des Jeux, Isabelle Cesari, señaló que es común que los ganadores donen una parte de lo recibido. Sobre todo a causas benéficas y sociales.
Quiso poner de ejemplo el caso de una persona que también se enriqueció con uno de estos sorteos. Al comienzo de la pandemia optó por destinar una parte del premio a la adquisición de mascarillas. Era una época en donde escaseaban y trató de hacerse con un importante número de protecciones para distribuir a distintas entidades.
Al parecer, Guy no lo habría regalado todo a esta fundación medioambiental. También ha reservado una parte del dinero a una serie de caprichos como una casa de vacaciones, además de permitirse unos cuantos viajes.
En cualquier caso, todo apunta a que los 200 millones no le han cambiado demasiado. Continúa disfrutando de los pequeños placeres que le da la vida, como pasear por el bosque o pasar más tiempo con los suyos.
El Euromillones y la trampa que esconde
El Euromillones no solo esconde millones y felicidad. En los últimos años también se han conocido historias desgarradoras de personas que mostraban su arrepentimiento por haber resultado agraciadas.
Y es que con la misma rapidez con la que se hicieron ricos, acabarían también arruinados. Fue lo que le ocurrió a una pareja de británicos, que después de obtener 200 millones, al cabo de una década acabaron sin nada.
El Fondo Nacional para la Educación Financiera señala que el 70% de los ganadores de un premio importante se lo acaba gastando en cinco años. Algunos lo invierten y el efectivo se acaba esfumando, mientras que otros directamente lo despilfarran. Cuando se dan cuenta no pueden mantener las propiedades adquiridas y se ven prácticamente obligados a recuperar la vida anterior.
El Euromillones permite conseguir mucho dinero, sin demasiado esfuerzo. Y la tendencia es a derrocharlo en cosas inútiles. En algunos casos, llega a suponer todo un problema para los afortunados.