Ha pasado del anonimato a ser uno de los rostros más conocidos del país en apenas un par de meses. Y a buen seguro que él lo lamenta.
El doctor Fernando Simón Soria es el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Cuando comenzó la crisis por la pandemia de covid-19 este prestigioso epidemiólogo saltó al primer plano del interés informativo,
Ejerce como portavoz del Ministerio de Sanidad. Su forma de comunicar y su carácter sereno y tranquilo ofreciendo información puntual del avance del coronavirus, le han convertido en un personaje tan admirado por muchos como fuertemente criticado por otros tantos.
Es zaragozano y nació en 1963. Tiene ahora 57 años. Su padre fue un siquiatra muy conocido de la capital maña.
Se licenció en Medicina por la Universidad de Zaragoza y se especializó en epidemiología en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. Comenzó su carrera profesional trabajando en diferentes pueblos de Huesca y después en su ciudad natal..
Posteriormente trabajó en diferentes países de África, América Latina y Europa. Habla seis idiomas.
Una gran aventura africana
Simón estuvo viviendo y trabajando en África unos nueve años junto a su esposa la científica especializada en enfermedades tropicales María Romay-Barja.
Fue director del Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales de Manhica de Mozambique especializado en el estudio de enfermedades como la malaria, el VIH o la tuberculosis.
También estuvo en el Hospital de Ntita en Burundi. Aquí fue testigo directo de la guerra civil entre las etnias hutu y tutsi, entre los años 1993 y 1999. El conflicto provocó miles de refugiados y un número muy elevada de muertos.
Simón pasaba consulta a 120 pacientes por las mañanas y por las tardes atendía a otros 60 que estaban en el hospital con medios escasos y anticuados y en condiciones precarias.
En cierta ocasión viajó a la capital para comprar medicamentos y fueron tiroteados por los militares. Salvó la vida de milagro.las balas impactaron en la parte trasera de su vehículo. Luego los soldados detuvieron el coche, encontraron el dinero que llevaba para comprar las medicinas y se lo confiscaron.
Aficionado a las motos y a la montaña
Simón es un gran aficionado a las motos y utiliza una para ir de su casa al trabajo. Le gustan el montañismo y la escalada. Tiene tres hijos una niña y dos niños. Y sus amigos aseguran que tiene un gran sentido del humor.