Bélgica ha suspendido la vacunación con Janssen para las personas por debajo de los 41 años. Así lo ha decidido el gobierno del país tras la muerte de una mujer a raíz de los efectos secundarios de esta dosis. La mujer, que tenía menos de 40 años, se había puesto la vacuna de Janssen y sufrió síntomas que le provocaron la muerte. El caso ya ha sido sometido a una investigación.
El ministerio de sanidad belga ha reaccionado ante la confirmación del fallecimiento de una mujer joven tras inyectarse la vacuna de Janssen. En un comunicado, las autoridades han señalado lo siguiente: «La conferencia interministerial ha decidido administrar temporalmente la vacuna de Janssen a la población mayor de 41 años, en espera de un análisis más detallado por parte de la Agencia Europea del Medicamento».
Como se hace en estos casos, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) tendrá que valorar ahora el vínculo existente entre la muerte y la vacuna, y la relación entre beneficios y riesgos de la vacuna. Si los beneficios son mayores que los riesgos, se seguiría administrando la vacuna aunque con todas las precauciones. Si los riesgos son mayores que los beneficios, se recomendaría la suspensión.
La víctima mortal tenía menos de 40 años y falleció el pasado 21 de mayo. Había ingresado en el hospital con una reacción grave a la vacuna que le había provocado una trombosis y una bajada de las plaquetas. Según el comunicado oficial, recibió la vacuna a través de su trabajo y fuera de la camapaña oficial de vacunación del Gobierno de Bélgica. Johnson&Johnson ha distribuido 40.000 dosis en ese país, el 80% de las cuales se administran a personas mayores de 45 años.
El pasado mes de abril, la compañía anunció la distribución de su vacuna en el territorio europeo y añadió que incluiría una advertencia en la etiqueta por la posible aparición de coágulos sanguíneos raros. Según afirma, no hay evidencias científicas de que exista un vínculo causa-efecto entre esos coágulos y el preparado, algo que avala la EMA al afirmar que los beneficios son mayores que los riesgos. Bélgica ha pedido ahora a la agencia reguladora que evalúe el caso de la mujer fallecida de forma específica.
Una vacuna monodosis que también se pincha en España
En Bélgica, la vacuna de Janssen se utiliza sobre todo para ancianos y grupos vulnerables. En España ha sido la cuarta vacuna en incorporarse al plan de inmunización, aunque su distribución se había frenado inicialmente por la aparición de casos de trombos graves en Estados Unidos. Allí se detuvo la vacunación con Janssen tras detectar 6 casos graves de trombosis en mujeres menores de 50 años.
Estados Unidos recomendó a la Unión Europea examinar el producto, y se abrió una investigación para autorizar o descartar la vacuna. Tras los exámenes, se concluyó que podría haber una posible relación entre los trombos y la vacuna, pero que los riesgos de no vacunarse son mayores que el riesgo de ponerse la vacuna. La vacuna proporciona una inmunidad completa con la inyección de una sola dosis, lo cual ha permitido aumentar el ritmo de la vacunación en nuestro país.
La vacuna de Janssen utiliza la misma metodología que la vacuna de AstraZeneca, es decir, con el sistema tradicional a partir de un adenovirus (virus neutralizado). La Agencia Europea del Medicamento recomendó la vacunación con Janssen para todos los grupos de población, y España decididó que los primeros vacunados con esta dosis fueran las personas entre 70 y 79 años.
Desde el 11 de mayo se amplió a las personas entre 60 y 59 años, y se espera que se vaya ampliando a medida que llegue el turno de nuevos grupos de edad. Esta vacuna también se utiliza de forma general para inmunizar a colectivos especiales y vulnerables, como personas sin techo, inmigrantes sin papeles o trabajadores como el sector de la pesca.