Tenía que ser el día más especial de su vida, pero desgraciadamente se acabó convirtiendo en el día más triste para su familia y amigos. Paul Wynn, de 57 años, se encontraba celebrando su boda con el amor de su vida. Seguramente lo que nadie esperaba es que el día no acabara con un momento de felicidad, sino con el triste fallecimiento de este británico.
Era el día en que tenían que sellar su compromiso con la que había sido su pareja durante más de dos décadas. Es por eso que se había juntado con sus seres queridos y amigos en la región de North Ayrshire, en Escocia. Lamentablemente, se vería golpeado de manera repentina por el cáncer terminal que le habían diagnosticado hacía relativamente poco.
Su muerte llegó cuando estaba a punto de dar el gran paso. Paul se desplomó apenas unos minutos antes de dar el 'sí quiero' a Alison Winn, su amor de los últimos 20 años. Esta se encontraba ya acercándose al altar, acompañada por uno de sus once hijos.
Le diagnosticaron un cáncer unos días antes, pero no esperaban que fuera tan fulminante
Seguramente, la decisión de casarse se vio precipitada por la información de los médicos que habían recibido en los últimos días. Había sido diagnosticado de un cáncer el pasado mes de mayo. Aunque la fatal noticia la había recibido apenas unos días antes de la ceremonia.
Según recoge el medio británico Daily Record, fue entonces cuando le confirmaron que el cáncer se había convertido en terminal. Había sido en octubre de 2019 cuando le había pedido matrimonio, pero lo habían ido aplazando en el tiempo. Finalmente, el empeoramiento de salud de Paul les obligó a acelerarlo todo.
En principio le dijeron que tenía entre seis semanas y dos meses de vida. Y es que el cáncer de páncreas ya se le había extendido al hígado y a los pulmones. Es por eso que acabaron modificando su fecha inicial que era el próximo 19 de julio.
Pese a este esfuerzo, no pudieron cumplir su sueño de contraer matrimonio. Paul sufrió un colapso repentino mientras esperaba a su novia. Los servicios sanitarios intentaron reanimarlo sin éxito.
La pareja tenía cinco hijos en común y Paul otros seis
Como decíamos, la muerte de Paul no deja solo a Alison viuda, sino también a 11 hijos huérfanos. Hablamos de sus cinco hijos en común: Sandy, de 20 años, Tarquin, de 15 años, Marcus, de 13, Louise, de 8 y Poppy de 4. Además de los otros seis hijos de Paul.
Alison a duras penas ha superado la triste noticia de la pérdida del que iba a ser su marido. Aunque explica que "me tengo que levantar cada día por el bien de mis hijos, aunque me cuesta comer".
La viuda no ha dudado en alabar al hombre con el que compartió más de 20 años de su vida. En un homenaje tras su muerte, lo describía como "un padre fantástico". Para él sus hijos "eran su vida" y a ellos dedicaba buena parte de su tiempo.
La mujer explicaba cómo fue el momento en que murió Paul. "Cuando llegué a él, lo llamé por su nombre un par de veces. No se dio la vuelta, no me miró y me di cuenta de que algo andaba mal y comencé a derrumbarme y comencé a gritar su nombre y sabíamos que algo no estaba bien", relataba.
Es por eso que afirmaba que "si hubiera sabido que no teníamos mucho tiempo, habría intentado organizar la boda para el comienzo de la semana". Al menos ahora sabe que estará con su madre, fallecida en 2020, y el hijo que perdieron en 2004.