Carmen Mejía y Rubén Carmona, una pareja procedente de Lérida (Cataluña), se convirtieron en padres de la pequeña Valentina en 2019. Tuvieron a su hija en el Hospital Arnau de Vilanova, pero lo que parecía que iba a ser un gran momento de felicidad para la familia se convirtió en una auténtica pesadilla para ellos.
La mujer, de 36 años, quedó parapléjica por la supuesta mala aplicación de la anestesia epidural, que le causó un hematoma en la médula espinal y que tardaron más de 14 horas en intervenir de urgencia.
Ahora, la familia ha presentado una reclamación de responsabilidad patrimonial al Institut Català de la Salud (ICS) de 3,5 millones de euros por los daños y las secuelas ante lo que ellos consideran que ha sido una «infracción de la conducta profesional y el mal funcionamiento del servicio público de asistencia sanitaria».
La pesadilla de la familia tras el nacimiento de Valentina
Carmen estaba embarazada de 40 semanas cuando el pasado 14 de noviembre del año anterior ingresó en el hospital. Allí decidieron practicarle una cesárea porque el bebé estaba muy arriba. Fue en el quirófano cuando todo se complicó. Le aplicaron la anestesia mediante una punción y a partir de ese momento la mujer empezó a sentir un «dolor terrible».
«No sé qué pasó pero hubo tres punciones; se me durmió casi todo el cuerpo. Incluso les dije que se me caía una mejilla», ha explicado Carmen. No obstante, la pequeña Valentina nació sin ningún problema.
Cuando todavía seguía en el quirófano, empezó a sentir una fuerte quemazón dorsal, le pidió a una enfermera que cogiera a la niña y que le aplicaran a ella algo de frío en la espalda porque le quemaba. Tras esto y cuando estaba en reanimación, Carmen les comentó a las enfermeras que no sentía las piernas, pero ellas le dijeron que era normal por la anestesia. Sin embargo, al día siguiente seguía sin sentirlas.
No fue hasta 14 horas después del parto cuando por fin le practicaron una resonancia y la operaron de urgencia. «El neurólogo me explicó que habían limpiado la zona de la espalda donde había un hematoma».
Tras la intervención, fue trasladada al Hospital del Vall d'Hebron de Barcelona. «Allí fue la primera vez que me dijeron que jamás volvería a caminar».
Acudió entre el 20 de enero y el 26 de marzo al Institut Guttmann, que está especializado en lesiones medulares. «Allí había un chico que sufrió un accidente de tráfico y tenía la misma lesión que yo. A él lo intervinieron a las cinco horas y puede andar ayudado con una muleta», dijo, en referencia a la evidente tardanza en su propio caso.
Tal y como señala el abogado de la familia, Enric Rubio, desde que aplicaron la anestesia epidural hasta que adoptaron alguna medida para verificar la falta de sensibilidad de las piernas, pasaron más de 14 horas. Además de denunciar esto, Carmen también ha demandado la falta de información por parte del hospital.