La Guardia Civil acaba de anunciar el hallazgo del cuerpo sin vida de Carlos Ugidos, el vecino de Llanes de 49 años desaparecido hace cinco días en los Picos de Europa. Han sido cinco largas jornadas de incertidumbre que culminan con un final trágico. Finaliza también una operación de rescate llena de dificultades.
Especialistas del Grupo de Montaña de la Guardia Civil (GREIM) han encontrado el cadáver del deportista sobre las 12.15 horas. El cuerpo de Carlos se encontraba en la cara norte del pico Mancondiu, donde se había centrado la búsqueda en las últimas horas. Se confirma así la tragedia que todos preveían.
Después de tantos días sin rastro del asturiano, las posibilidades de encontrarlo con vida eran ya muy remotas. Sin embargo, Carlos era un montañista experimentado y además iba equipado con un equipo adecuado. Esto dejaba abierta algunas esperanzas que se han acabado por disipar esta mañana.
Rescate muy complicado
Los agentes especializados en rescate de montaña custodian ahora el cuerpo de Carlos, que está a la espera del levantamiento. Se están haciendo las gestiones pertinentes para efectuar el levantamiento del cadáver. El rescate se ha alargado durante días 22 agentes especializados, voluntarios y la unidad canina.
Carlos era vecino de Llanes, tenía 49 años y salió el pasado sábado a los Picos de Europa para realizar un entrenamiento de montaña. Inicialmente, la búsqueda se centró en una zona por encima de los dos mil metros, aunque no hubo resultado. El viento y la nieve complicaron las labores durante las horas siguientes.
El martes reanudaron las labores de salvamento evitando las zonas de alta montaña por la acumulación de nieve. La tercera jornada culminó también sin resultados y la impaciencia empezó a apoderarse del dispositivo. También la incertidumbre fue invadiendo a sus familiares, a sus compañeros y allegados.
Corredor experimentado
Sus compañeros del grupo de montaña mantuvieron la esperanza hasta el final, ya que “Carlos es coherente y lleva muchos años en esto”. El desaparecido era “muy prudente y concienzudo, y llevaba de todo en la mochila”. Aunque el reloj corriera en su contra, confiaban en un feliz desenlace.
Varias personas vieron a Carlos corriendo por la zona el sábado, pero el corredor no volvió a comer a casa y sus familiares denunciaron la desaparición. El asturiano se estaba preparando para correr la Traveserina a principios de junios. Se trata de una prueba de 46 kilómetros con más de tres mil metros de desnivel.
Además, la competición cuenta con zonas muy técnicas y de difícil tránsito, motivo por el cual se estaba preparando en los Picos de Europa. Carlos conocía bien esa zona, una de las preferidas de los corredores de montaña para entrenar. Fue al caer la noche cuando Carlos se perdió y se quedó sin batería en el móvil.
Pendientes de la autopsia
Se montó un operativo de rescate y encontraron su coche aparcado en el Jitu de Escarandi, desde donde partió la búsqueda. Durante todos estos días han cubierto una zona de más de 25 kilómetros cuadrados hasta que han dado con él. El cuerpo será trasladado al instituto anatómico forense para realizarle la autopsia.
El análisis forense permitirá esclarecer las causas de la muerte del corredor, y por ahora las autoridades se niegan a ofrecer ninguna hipótesis. El responsable del equipo de rescate ha especificado que “la nieve y el viento han evitado que pudiésemos dar con pistas”. Por eso el rescate se ha demorado tantos días.
El jefe del operativo ya había advertido en los últimos días de que encontrarlo vivo o muerto dependía del lugar donde se encontrase. “Hay que diferenciar la permanencia con resguardo o al raso”, explicó el agente. “Al raso es altamente improbable encontrar a alguien con vida superado el día y medio de vida”.