Para acabar de raíz con la crisis del coronavirus se antoja fundamental desarrollar una vacuna efectiva y segura. Solo inmunizando a gran parte de la población podremos conseguir la conocida como inmunidad de rebaño y frenar la cadena de trasmisión del virus.
Todos los países trabajan a contrarreloj para descubrir una vacuna que sirva para frenar la expansión del virus. Sin embargo, su contención no será posible si muchas personas deciden no vacunarse, una decisión que cada vez gana más adeptos en el mundo.
Un importante aumento de los colectivos y teorías anti-vacunas
Cada vez son más los colectivos anti-vacunas y las informaciones sin base científica que fomentan la desconfianza sobre las vacunas, argumentando que son una fórmula con múltiples efectos adversos para la población.
Se trata de una teoría que va en aumento e incluso está siendo promovida por personajes públicos como Miguel Bosé o Enrique Bunbury.
Además, el hecho de que la fabricación de la vacuna del coronavirus haya reducido al máximo los plazos de desarrollado ha aumentado la desconfianza de este grupo de personas que creen que el remedio es peor que la enfermedad.
El rechazo a la vacuna del coronavirus se ha llegado a extender tanto que empieza a preocupar que la decisión de una parte minoritaria de la población pueda poner en riesgo la efectividad de la fórmula.
«Para que la inmunidad de rebaño grupo fuera efectiva, lo recomendable sería que el mayor porcentaje de la población se vacunara, dependiendo del virus ese porcentaje oscilaría entre el 60 y el 70% de la población», ha explicado el profesor titular de Microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid, José Antonio López Guerrero, en la cadena Cope.
¿Qué pasaría si gran parte de la población decidiera no vacunarse?
De esta forma, sería necesario la vacunación efectiva de gran parte de la población para contener el virus y reducir al máximo la probabilidad de transmisión.
En caso de no llegar a ese porcentaje mínimo «entraríamos en un estado de convivencia crónico con el virus, en un equilibrio bastante peligroso de aparición de brotes» ha advertido el profesor en Cope.
José Antonio López Guerrero ha asegurado que la necesidad de las vacunas «está demostrada» y más en virus de estas características. El nuevo coronavirus es una pandemia enormemente fuerte cuya inmunidad no puede conseguirse de forma natural debido a la elevada tasa de mortalidad en grupos de riesgo.
«No hay que olvidar que no nos hemos enfrentado, al menos en los últimos 100 años, a una epidemia con un virus como este», sentenciaba el experto.