La Guardia Civil ha inspeccionado y desalojado, por cuarta vez, un club de alterne en la localidad riojana de Rincón de Soto, por continuar abierto al público y seguir ejerciendo su actividad «con total normalidad» y, por tanto, incumplir las restricciones impuestas para combatir la crisis sanitaria.
El propietario del establecimiento, un varón de 51 años, natural de República Dominicana y vecino de Rincón de Soto, ha sido propuesto para sanción por cuatro infracciones graves a la Ley de Sanidad, por lo que se enfrenta a una pena de multa de 24.000 euros (6.000 euros por cada infracción).
Durante el transcurso de cada una de las actuaciones los agentes se entrevistaron con las ocho trabajadoras del establecimiento, para intentar detectar si estaban siendo víctimas de explotación laboral o sexual, o de trata de seres humanos con dichos fines, y en caso positivo derivarlas a las autoridades competentes y garantizarles la protección de sus derechos. Tres de estas mujeres se encontraban en situación irregular en España.
La primera actuación se llevó a cabo durante la madrugada del pasado día 12, cuando agentes del Servicio de Seguridad Ciudadana, tras recibir varias informaciones relacionadas con la apertura del club, comprobaron que tal extremo era cierto, a pesar de la expresa prohibición de apertura de este tipo de establecimientos, procediéndose de manera inmediata su inspección, desalojo y cierre del local, siendo denunciado el responsable del establecimiento por infracción grave a la Ley de Sanidad.
La segunda actuación se ejecutó en la madrugada del día 13, mediante la realización de un operativo que estuvo a punto de desbaratarse, al detectar el encargado del club la llegada de los agentes, alertando a clientes y trabajadoras para que abandonaran el lugar.
Nuevamente se volvió a comprobar que el club seguía funcionando a pleno rendimiento, por lo que tras ser identificados clientes y trabajadoras se instó por segunda vez al propietario al cese inmediato de la actividad, siendo desalojados los usuarios de manera escalonada y ordenada.
Tras este desalojo el propietario del club de manera «desafiante» y «amenazante», manifestó a los agentes su total desacuerdo con la denuncia y el cierre de su negocio, dejándoles claro de que nadie le impediría a abrir al público para continuar con su actividad.
En la tarde-noche del sábado 17 el dispositivo de vigilancia establecido sobre el club detectó nuevamente actividad en el interior, por lo que Unidades del Servicio de Seguridad Ciudadana, Equipo Mujer Menor e Inspección de Trabajo, accedieron al interior para su inspección, levantamiento actas-denuncia, desalojo de los clientes y cierre del local.
El responsable del club, no conforme con cada una de las actuaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil, volvió a reabrir durante la madrugada del 19 al 20, siendo nuevamente denunciado y desalojados los clientes del local. Tras esta actuación el propietario del establecimiento indico a los agentes que procedía a cesar su actividad de manera definitiva.
La Guardia Civil en La Rioja va a seguir actuando con «firmeza» con aquellos ciudadanos irresponsables que incumplen las medidas decretadas para hacer frente a la actual crisis sanitaria por la COVID-19.