Los regalos de Navidad deben comprarse lo antes posible si queremos disfrutar de ellos a tiempo. Incluso adquiriéndolos en estos momentos no hay la certeza de que lleguen a lo largo de diciembre y enero. El mundo se encuentra inmerso en una de las mayores crisis del transporte marítimo.
Hay muchas dificultades para el transporte de artículos desde Asia a Occidente. Esto afecta sobre todo a los productos de tecnología, juguetes, ropa y electrodomésticos.
Pero además de la Navidad, también se verán afectadas otras celebraciones como el Black Friday. En esta jornada se producen el mayor número de adquisiciones del año a través del comercio electrónico.
En gran parte, todo esto es motivado por la pandemia. Durante muchos meses hubo una situación de paralización de la que todavía no nos hemos recuperado.
Los portes han sufrido un repunte importante de precios, provocando retrasos y escasez. A ello se le unen las carencias previas de almacenamiento, tras más de un año de bloqueo por el coronavirus.
Ya se empiezan a notar los problemas en el stock y lo más probable es que durante las próximas semanas sea más evidente esta escasez. Este cuello de botella también está provocando una subida en los precios.
Para conocer el origen de este problema, que tendrá una gran repercusión en las compras de Navidad, hay que remontarse a hace unos meses. La cadena de suministro se mantiene atascada desde la reapertura de las fronteras. Por su parte, las rutas de transporte aún no se han repuesto del cierre que supuso la pandemia.
En un primer momento se evidenció una caída en el comercio, pero con la implantación de las limitaciones en lugares físicos, la situación cambió. A partir de ahí volvieron a aumentar las adquisiciones por internet. No hay que olvidar que el transporte marítimo gestiona el 80% de los elementos que se mueven por el planeta.
Los proveedores y transportistas se han visto muy desbordados, agravándose la situación en Europa y Estados Unidos. Han visto como los niveles de inventario continúan "siendo los más bajos de la historia", según un informe de S&P Global Market Intelligence.
La campaña de Navidad, en apuros
Un serio contratiempo para la campaña de Navidad, que se verá muy afectada. Así lo advierten algunos comerciantes españoles, que pese a ser previsores no creen que lleguen a tiempo los artículos.
Detrás de todo esto también hay una estrategia comercial. China vio como perdía importantes contratos con Occidente para la comercialización de grano y cereal. Eso le llevó a recurrir a productores locales.
Ahora trata de recuperar clientela a través de unas ofertas muy competitivas, que incluyen precios fijos durante largos periodos de tiempo. Se trata de un reclamo muy atractivo que está provocando que muchos barcos dediquen su espacio a estos artículos.
Priorizan lo perecedero, lo que mejor se paga, y eso implica dejar en un segundo plano otros productos como la ropa o los electrodomésticos.
Pero los problemas no se detienen ahí. Las embarcaciones encargadas de transportar estos contenedores se encuentran con obstáculos en los puertos de destino. Hay un alto volumen de barcos y unas limitaciones muy estrictas a consecuencia del COVID-19.
La demanda se ha visto incrementada entre un 6 y un 8%. Sin embargo, el personal que se dedica a ello continúa siendo el mismo que antes de la pandemia.
Graves problemas en el tranporte de regalos
Cuando los portacontenedores no tienen la posibilidad de descargar, no pueden regresar a origen y recoger nuevos portes. Al final se acaba originando un mayor retraso en los nuevos pedidos.
En China se localizan 8 de los 10 puertos más importantes del mundo. Pero en los últimos meses algunos han visto reducido su funcionamiento o incluso han llegado al cierre. Las autoridades continúan siendo muy estrictas con los casos de coronavirus.
En el momento en que se detecte un positivo, ya tienen motivos para clausurar una instalación entera. Es lo que ocurrió recientemente en Ningbo-Zhoushan, el tercero más grande del mundo.
En el país asiático la producción se ha ralentizado a consecuencia de las medidas sanitarias. Este problema no es exclusivo de ellos, ya que también pasa algo similar en otras de las principales fábricas del mundo. Es el caso de Indonesia, Vietnam o India.