El Corte Inglés es una de las mayores compañías españolas y una de las más conocidas para el gran público, pero eso no ha evitado que sufra la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus igual que la mayoría de empresas, especialmente las relacionadas con el comercio, uno de los sectores más golpeados por la crisis.
Este viernes, 26 de febrero, la compañía ha anunciado el primer Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de toda su historia y que afectará a un máximo de 3.500 de sus trabajadores, del total de 90.000 que la empresa tiene en plantilla.
La empresa lo comunicará de forma oficial a los sindicatos, a los que ha convocado el sábado, 27 de febrero, en una reunión telemática para comunicarles el plan de ajuste que llevará a cabo la compañía para adaptarse a la situación actual y a las pérdidas provocadas por las restricciones en las que vive el sector desde la irrupción del coronavirus.
En la reunión con los directores regionales de la compañía, se les emplazará a componer una comisión negociadora del ERE, tal como ha adelantado el medio 'Vozpópuli'.
Según el plan de la compañía, la intención es empezar a despedir a una parte de sus trabajadores a partir de la primera semana de marzo, y durante las tres siguientes, intentarán llegar a un acuerdo. En total, se verán afectados entre 3.000 y 3.500 trabajadores, pero la empresa pretende que sean salidas voluntarias con ofertas económicas «mejoradas».
Este ERE se une a otras estrategias recientes de El Corte Inglés para reconducir su situación económica, y que incluyen el cierre de un centro en la localidad de Linares, en Jaén, y la transformación de su centro de Guadalajara en un 'outlet'. Además, está previsto que en los próximos meses sigan cerrando otros centros después de estudiar su situación económica y la facturación que hacen.
Problemas económicos para El Corte Inglés
La crisis del coronavirus ha supuesto un duro económico para El Corte Inglés, igual que para gran parte de la población, por las innumerables restricciones que se han vivido durante el último año.
Sus ventas se han hundido este año, primero por el gran confinamiento entre el mes de marzo y mayo del 2020, que obligó al cierre de toda la actividad económica no esencial en todo el país, donde se incluye el comercio y la moda.
Tras la desescalada veraniega, y una situación relativamente normal, comenzó la segunda ola y volvieron a llegar nuevas restricciones que se unían a los aforos limitados que hubo en verano. Así, muchas de sus tiendas y centros han tenido incluso que cerrar durante semanas ante la clausura de todo el comercio no esencial.
En los lugares donde han podido seguir abiertos, se han impuesto duras restricciones de aforo y horarios limitados, lo que ha favorecido el hundimiento de sus ventas.
Ante todo esto, la empresa ha esperado a la llegada del fin de su ejercicio fiscal, esta misma semana, la última de febrero, para valorar y tomar decisiones para paliar la decisión, siendo la primera de ellas este ERE y de un plan de prejubilaciones y bajas voluntarias incentivadas a sus trabajadores.
La situación por la que pasa la empresa se puede comprobar rápidamente al observar que durante la campaña navideña, la más fuerte del año en el sector de la moda, no contrataron a personal extra por primera vez en toda su historia, ya que es habitual que durante diciembre y enero, también con las rebajas, las grandes empresas del sector refuercen su plantilla ante el aumento de demanda.
Este año no ha sido así, lo que demuestra que El Corte Inglés iba a sufrir una gran caída de facturación a causa de la crisis. Durante estos meses, además, ha mantenido a una parte de su plantilla en diferentes ERTEs en función del territorio, ya que cada comunidad autónoma tomaba sus decisiones sobre restricciones en distintos momentos y con diferente afectación a los sectores.