El colapso de la administración empeora debido a las restricciones por la pandemia del Covid y los enormes esfuerzos que está exigiendo la tramitación del ingreso mínimo vital. El número de trabajadores es insuficiente, y ahora además del ingreso mínimo y los ERTE otras prestaciones se ven afectadas por el colapso administrativo.
Es el caso de las pensiones que, si hasta ahora se abonaban en apenas unos días, ahora hay plazos de espera de mes y medio. Además de los retrasos, muchos ciudadanos se encuentran con el problema de que la administración no responde.
La administración es incapaz de atender la avalancha de solicitudes de la población en período de crisis, y muchos ciudadanos están teniendo problemas para contactar con los organismos públicos por teléfono o a través de la web. Además se presenta otro contratiempo: la nueva ola de los ERTE por la prórroga de los expedientes.
El principal motivo del colapso ha sido la gran cantidad de peticiones del ingreso mínimo vital, aunque también ha sido una de las prestaciones más perjudicadas: de las 900.000 solicitudes sólo se han tramitado 330.000 y se han aprobado 86.000. De hecho, la mayoría se resolvieron de oficio durante los primeros quince días, y desde entonces sólo se han aprobado 11.500.
El ministerio de Seguridad Social promete el reconocimiento de la prestación a todos aquellos que lo soliciten antes de final de año, pero desde la administración avisan que será muy difícil ponerse al día: hay 1.600 trabajadores para resolver 900.000 solicitudes.
La urgencia en la tramitación de esta prestación está haciendo que muchos funcionarios que se dedicaban a dar respuesta a los expedientes de jubilación o viudedad estén centrados ahora en el ingreso mínimo. Pero además la pandemia ha ralentizado los procesos y pedir cita previa se está convirtiendo en una misión imposible.
Todo esto hace que el tiempo de espera para recibir las prestaciones de jubilación o viudedad aumenten de manera notable. Si hasta ahora los plazos eran de 15 días y los jubilados ya cobraban al mes siguiente, ahora se ha retrasado hasta un mes y medio. Así lo reconoce la propia Seguridad Social, aunque lo justifica por la excepcionalidad de la situación.
Atasco en el SEPE
Por su lado, el servicio público de empleo (SEPE) ha conseguido desatascar sus servicios, que también se habían colapsado por la avalancha de solicitudes. Hoy hay 700.000 afectados por ERTE, a los que hay que sumar los 3,8 millones de parados.
Durante las primeras semanas de la pandemia el colapso del sistema fue total y hubo retrasos importantes en el pago de prestaciones. El problema persistió luego con la reincorporación de muchos al trabajo que implicó darles de baja en el sistema, y ahora todos los esfuerzos del Gobierno se centran en reducir los costes de los expedientes.
Aclaración: En la versión original de esta noticia, se publicó por error que el Gobierno de España reconoció que 'habría problemas' para pagar las pensiones en el mes de septiembre. Tras confirmar que esta información no era cierta y que lo que el Gobierno ha admitido son posibles retrasos en la tramitación de nuevas pensiones, el contenido de esta noticia ha sido rectificado y ajustado a la realidad.