Las redes sociales han ardido este domingo, 7 de marzo, por unas imágenes que muestran a cientos de personas congregados, sin ningún tipo de distancia de seguridad, para recibir al Atlético de Madrid antes del derbi que le enfrentará esta tarde al Real Madrid en la pugna por el liderato de la Liga Santander.
La polémica se ha agrandado todavía más porque las imágenes se han producido en Madrid y un día antes del 8-M, cuyas manfestaciones fueron prohibidas en toda la Comunidad precisamente para evitar aglomeraciones, ante la posibilidad de que los asistentes a las marchas no cumpliesen con las medidas sanitarias o de que varias concentraciones pudiesen acabar coincidiendo por las calles.
La prohibición, por parte de la Delegación del Gobierno, no sentó nada bien a amplios sectores de la sociedad, y que un día antes se hayan producido estas aglomeraciones en Madrid ha hecho que muchos acusen al Ejecutivo de partidista a la hora de permitir o no las manifestaciones.
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Otros, en cambio, creen que estas imágenes muestran exactamente por qué las marchas feministas tenían que prohibirse, ya que existía peligro real de que lo mismo que ha ocurrido hoy pudiera repetirse mañana, aunque por razones, obviamente, muy diferentes.
Concretamente, las imágenes han sido tomadas por periodistas y aficionados en la llegada del Atlético de Madrid al Wanda Metropolitano. En las imágenes puede observarse a cientos de personas apelotonadas, sin distancia de seguridad entre ellas, gritando y cantando para animar a su equipo.
En las mismas imágenes se ve también a varios agentes de policía que controlan a la multitud para que los coches puedan seguir circulando por la carretera, pero en ningún momento intentan disolver la concentración de personas ante un incumplimiento flagrante de las medidas sanitarias.
Las redes arden por la polémica
Los usuarios de las redes sociales no se han hecho esperar para criticar que se haya producido esta concentración, con presencia policial incluida, cuando para mañana se han prohibido cientos de marchas feministas en la capital, precisamente para evitar que ocurra lo mismo.
Muchos críticos con la decisión de la Delegación del Gobierno en Madrid aseguran que hay una doble vara de medir, y que las prohibiciones han sido más una decisión política, para evitar que la oposición utilice las marchas para cargar contra el Gobierno en caso de que aumenten los contagios en las próximas semanas, que una decisión sanitaria.
De tratarse de una decisión sanitaria, aseguran, la aglomeración en los alrededores del Wanda Metropolitano debería haberse dispersado, especialmente habiendo una amplia presencia policial en el mismo lugar.
Otros, en cambio, han defendido la prohibición del Gobierno para las marchas feministas precisamente para evitar que se repitan mañana imágenes como estas, de cientos, quizás miles de personas sin distancia de seguridad paseando por las calles de Madrid, que sigue teniendo la incidencia acumulada más alta del país, después de Ceuta y Melilla.
Lo que muchos no entienden es que unas se permitan y otras no, cuando ambas situaciones son igualmente peligrosas para la expansión del coronavirus, y es precisamente esto lo que ha hecho que muchos crean que detrás de la decisión del Gobierno de prohibir las marchas feministas hay motivos más allá de la salud pública.
Hay que recordar que, actualmente, en la Comunidad de Madrid, igual que en otras muchas comunidades autónomas, están prohibidas las reuniones de más de seis personas en espacios públicos, por lo que los aficionados de Atlético que han acudido a recibir a su equipo a las puertas de Wanda Metropolitano estarían incumpliendo esta normativa.