La mascarilla se ha convertido en el complemento más importante de nuestro día a día desde que estalló la pandemia, aunque es importante llevarla bien puesta para que sea efectiva, tanto es así que utilizarla mal puede ser motivo de despido en el trabajo. Pero todavía hay personas que no cumplen con la obligatoriedad de estos equipos de protección y esto es lo que ha sucedido este fin de semana en una boda.
Unas imágenes muy polémicas
Este sábado, 6 de febrero, Jaime Navarro, el jugador canterano del Real Madrid, y su pareja, Beatriz Ungría, cuñada de Elena Tablada, se han dado el 'sí, quiero' en el Casino de Madrid, uno de los lugares más grandes de la capital española. Un enlace que no ha pasado desapercibido por la relevancia de los novios y que ha causado gran indignación en las redes sociales.
La novia, Beatriz Ungría, es hermana de Javier Ungría, esposo de Elena Tablada. Tras el aluvión de críticas, la ex de David Bisbal explicó que les hicieron la PCR a todos los invitados y solo pudieron acudir los que dieron negativo. Fuentes de la organización de la boda aseguran que se cumplió escrupulosamente con el protocolo y los afotos marcados por la ley: menos de cincuenta invitados, mesas de cuatro comensales e higienización del local.
Sin embargo, se han filtrado algunos vídeos del evento que han provocado el enfado de los usuarios de Twitter y es que en las imágenes que se han publicado ninguno de los asistentes llevaba puesta la mascarilla, así como tampoco mantenían la distancia de seguridad.
En una de las grabaciones se puede ver a los invitados ponerse en pie y empezar a agitar las servilletas mientras los novios entran bailando al salón del banquete. Además, los recién casados incluso saludan con las manos y se abrazan con algunos de los presentes.
Asimismo, varios de los asistentes al enlace matrimonial, como Juan Lebrón o Elena Tablada, han publicado varias fotos y stories en sus cuentas de Instagram que reafirman que, a pesar de estar en plena tercera ola del virus, no han cumplido las medidas de restricción impuestas por el gobierno regional.
Gran indignación
Unas imágenes que han causado gran indignación entre los usuarios de las redes sociales, que no han tardado en mostrar su descontento con la forma en la que se ha llevado a cabo la ceremonia.
«Me avergüenzo de ser madrileño gracias a Isabel Díaz Ayuso y a José Luis Martínez-Almeida. Cientos de muertos al día y ellos siguen permitiendo que sus "amigos" hagan lo que quieran. Asco absoluto», ha escrito una persona en su cuenta de Twitter.
«Pensé que sería antes de la pandemia porque no había ni un solo invitado con mascarilla hasta que me fijé en el camarero», ha escrito otra usuaria, destacando que los camareros sí que llevaban puestos los equipos de protección.
Tras el gran revuelo que se ha formado después de que salieran a la luz las imágenes del enlace, los organizadores de la boda han salido en defensa de Jaime Navarro, de Beatriz Ungría y de todas las personas que acudieron a la ceremonia.
Según ellos, todos los invitados se hicieron una PCR antes de asistir al enlace y las mesas del banquete estaban dispuestas de tal manera que tan solo pudieran sentarse de cuatro a seis comensales en ellas, tal y como señalan las restricciones anticovid para la hostelería en Madrid.
Las medidas de seguridad en las bodas en la comunidad de Madrid
Tal y como indican desde la página web de la capital española, está permitido celebrar bodas y otras ceremonias religiosas de carácter social, tanto en espacios al aire libre como en lugares cerrados, pero es obligatorio cumplir con las normas impuestas para frenar la expansión del virus.
El aforo máximo es del 50% y se debe mantener la distancia mínima de seguridad, de al menos 1,5 metros, entre los asistentes y en el caso de que no se pueda, deberá procurarse la máxima separación. El uso de la mascarilla es obligatorio en cualquier caso.
Además, no se puede realizar ninguna actividad que conlleve baile o cóctel. El consumo de la comida y de la bebida se debe realizar sentado en la mesa.