Un tribunal de Mallorca ha condenado, después que este aceptará la condena, a un año y ocho meses de cárcel por un delito de lesiones a un hombre que agredió brutalmente a su pareja el pasado verano. Las parte llegaron a un acuerdo, haciendo que la Fiscalía redujera su petición anterior de 3 años.
Los hechos tuvieron lugar el 30 de agosto de 2018. Fue entonces cuando el condenado, Arnau, un excampeón de Boxeo de Baleares en la categoría semipesado, propinó varios puñetazos en la cabeza y la cara de su pareja tras una discusión.
Ella le pidió ayuda con las tareas del hogar tras volver del trabajo
La víctima relató, según recogía 'El Español', ante el tribunal que ese día tras volver de trabajar estaba muy cansada y que pidió a su pareja que le ayudará con las tareas domésticas. «Llegué al piso y le dije que era un vago porque no se dignaba a recogerlo. Y él empezó a golpearme», explicó.
La joven pudo escapar y pedir ayuda a unos vecinos: «¡Me va a matar, me va a matar!». Inmediatamente después, pudo refugiarse en un portal y esperar a que llegará una ambulancia. Tardó 28 días en recuperarse totalmente de todos los hematomas sufridos en la cara, la mano y la cabeza.
Días después, el agresor se presentó voluntariamente en la comisaría de Manacor de la Policía Nacional. Se negó a declarar pero, según publicó 'Última Hora', se disculpó por lo que había hecho. En ese instante fue detenido y puesto en prisión preventiva hasta el juicio que se acaba de celebrar.
Un exboxeador con múltiples antecedentes violentos
La víctima, después de recibir la brutal paliza, explicó como lo que empezó como una historia de amor se convirtió en una auténtica pesadilla. Se conocieron mientras él trabajaba como portero de discoteca: «Me llamó la atención. Era un chico fuerte y no era consciente del historial delictivo que tenía detrás. Me empecé a dar cuenta cuando me enamoré».
Y es que el joven boxeador, al que ella define como «muy agresivo», ocultó que había sido detenido hasta 10 veces, la mayoría por delitos violentas. En su historial, otros casos de violencia de género, lesiones o atentado contra la autoridad. Es más la joven acabaría descubriendo que había estado 3 años y medio en prisión por intento de homicidio. El motivo: clavó un cuchillo a otro hombre que le miró mal.
Finalmente, y tras esta última agresión, pusieron fin a su relación. Pese a la condena y la orden de alejamiento y de no comunicarse con ella, la víctima no puede evitar temer por su integridad cuando Arnau salga de prisión: «Miro por la ventana y, cuando veo a alguien fuerte y con tatuajes, tiemblo», explica confirmando que «es un monstruo, muy vengativo».