El Ayuntamiento de Berja (Almería) ha adoptado medidas más restrictivas en cuanto al cierre de instalaciones municipales ante las «preocupantes noticias» sobre la evolución del covid-19 en la localidad, donde se ha declarado un brote que afecta a 31 personas que se mantienen en un «núcleo aislado», al haber detectado un nuevo positivo en «una conocida empresa panadera».
En un comunicado, el Consistorio ha indicado que se va a pedir a las autoridades sanitarias que valoren la situación y «se declare, en su caso, el retroceso del municipio de Berja a una fase anterior de la desescalada» para que así «se adopten medidas más estrictas, que aunque supongan un sacrificio para los vecinos, redunden al final en un beneficio para todos».
«Se pide a las autoridades competentes que se estudien minuciosamente la situación actual del municipio y se adopten las medidas necesarias para evitar la propagación de la enfermedad entre los vecinos de Berja», ha urgido el Ayuntamiento ante la Junta de Andalucía y el Gobierno central.
La empresa panadera comunica el positivo PCR
Ha sido la propia empresa panadera de la localidad la que a través de sus redes ha comunicado el positivo PCR en uno de sus trabajadores este mismo jueves. «Desde la empresa se han tomado todas las precauciones y hemos decido por voluntad propia cerrar nuestras instalaciones hasta que se resuelva el problema», ha trasladado en un mensaje de Facebook recogido por Europa Press.
La panadería ha aclarado además que el empleado en cuestión «no realiza reparto a domicilio en el pueblo», por lo que han mandado un mensaje de «tranquilidad» a sus clientes y vecinos, toda vez que han incidido en que el virus «no se transmite por consumo de alimentos». Así, el entorno laboral y familiar del afectado ya ha sido aislado, toda vez que desde la empresa han pedido «comprensión».
El alcalde de Berja, José Carlos Lupión (PP), ha afirmado que su «primera preocupación» es el bienestar de los vecinos del municipio, «del que su piedra angular es, sin duda, la salud de los virgitanos», de forma que se han cerrado los edificios e instalaciones municipales, en concreto, las instalaciones deportivas y de ocio, las piscinas municipales, biblioteca, casa de la cultura, teatro y demás edificios.
«Todos comprendemos que adoptar medidas más severas en cuanto a la movilidad de los vecinos conlleva sacrificios de índole personal y puede afectar gravemente a la economía del municipio, pero como he expuesto anteriormente lo más importante es preservar la salud de los virgitanos y especialmente de las personas más vulnerables a la enfermedad», ha indicado el primer edil.
Desde el Ayuntamiento se ha pedido a los vecinos «responsabilidad», que extremen las medidas de prevención, y eviten los desplazamientos y contactos sociales en la medida de lo posible.
Relativa tranquilidad ante el brote
A través de un vídeo, el primer edil virgitano ha pedido mantener una «relativa tranquilidad» ante el brote de 31 personas --32, según fuentes municipales-- que «tienen su trabajo y su vida diaria» en el núcleo de Bellicar, a unos cuatro kilómetros del núcleo urbano, puesto que están «confinadas y bajo supervisión» de las autoridades.
El alcalde ha indicado que los afectados se encuentran «asintomáticos» y, según las primeras estimaciones, sus contactos «directos» con otros ciudadanos habrían sido «mínimos». «Eso no significa que nos relajemos, tenemos que estar con la guardia en alto y pendientes», ha indicado el regidor, quien ha insistido en el uso de las mascarillas, la distancia social y el lavado de manos así como la desinfección de objetos personales.
«Esta autoexigencia es la única medicina para frenar el virus», ha recalcado Lupión, quien también ha aconsejado a los vecinos de la localidad evitar difundir opiniones «que pueden ser acertadas o no» y seguir la «información oficial». En esta línea, ha pedido «confianza» en el Ayuntamiento así como en el resto de administraciones, ya que todas están «en la misma lucha» contra el covid-19.