Una cuarta oleada del virus, hacia la cual España comienza a caminar con un ligero repunte en los últimos días, podría ser letal para la economía española. Así lo augura el Banco de España, que este martes, 23 de marzo, que teme que esta nueva ola de la pandemia, junto al ritmo lento de vacunación, van a suponer un frenazo en las previsiones que el mismo organismo había hecho públicas meses atrás. De hecho, el Banco de España es el órgano económico más pesimista sobre las posibilidades de recuperación de la economía española: sus cálculos se sitúan muy por debajo de los del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Un jarro de agua fría para el 2021 y especialmente para el verano
El Banco de España sigue manejando, como ya hizo en los últimos estudios hechos públicos, tres escenarios distintos. En el peor de ellos, augura un crecimiento de tan solo el 3,2% para la economía española en todo el 2021, lejos del 5,9% pronosticado por el FMI, del 5,7% augurado por la OCDE y del 5,6% calculado por la Comisión Europea. Cabe decir que en los otros escenarios que contempla el Banco de España, la economía de nuestro país crece entre un 6 y un 7,5% —menos de lo que calculaba meses atrás—, pero el mero hecho de que se presente una previsión como la del +3,2% hace que la cautela se instale en los pronósticos económicos de la institución.
El organismo sitúa la economía española en situación de crecimiento a partir del próximo mes de junio, pero da una mala noticia con la vista puesta en el próxmo verano: el turismo no se recuperará del todo hasta la campaña 2022, de forma que este 2021 el sector todavía no volverá a la normalidad, según los cálculos del propio Banco de España. Para la institución, el proceso lento de vacunación que se prevé para los próximos trimestres es clave para no poder anticipar unos flujos de turismo receptor dentro de la «normalidad», que llegará, eso sí, durante el año que viene.
La economía a niveles previos de la pandemia deberá esperar hasta 2023
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha apuntado este martes que la evolución de la economía en los dos primeros meses de 2021 ha sido peor de lo que se auguraba a finales del año pasado, si bien ha reconocido que se detecta un cierto repunte de la actividad económica en lo que llevamos de mes de marzo, aunque se debe esperar a cerrar el mes para poder hacer valoraciones a ciencia cierta. Todo ello lleva al Banco de España a concluir que, en los primeros tres meses de 2021, la economía española va a registrar una caída de alrededor del 0,4%.
Por lo que a los fondos europeos de ayuda a la recuperación se refiere, el Banco de España también rebaja sus expectativas. Si en el mes de diciembre el Banco calculaba que la ejecución de estos fondos sería de, aproximadamente, el 70% de la inversión prevista en base a las cantidades presupuestadas, este martes, 23 de marzo, rebaja esta estimación hasta el 55%. El motivo principal que expone la institución es el retraso en el ritmo de desembolso desde Europa. La pérdida de estos 15 puntos de previsión hace que la perspectiva para 2021 sea menor, pero en cambio aumenta, como es lógico, el crecimiento previsto para el ejercicio siguiente, el de 2022.
En base a todo ello, según el Banco de España, la recuperación de la economía al nivel previo a la explosión de la pandemia no se prevé hasta el año 2023, aunque al ser una previsión a largo plazo puede adelantarse ligeramente hasta el segundo semestre de 2022, o sufrir retrasos hasta ejercicios posteriores como 2024.
El paro tampoco volvería a niveles previos a la pandemia hasta 2023
Por lo que a la situación del mercado laboral se refiere, el Banco de España también incluye en sus cálculos la previsión de los índices de paro en nuestro país. Según sus proyecciones, se situará en el 17% este 2021, para iniciar un descenso progresivo en los próximos ejercicios, cuando caería al 15,1% en el año 2022 y al 14,1% en el año 2023. Cabe destacar que estas previsiones solo contemplan la permanencia de los ERTEs hasta el próximo mes de mayo, que es cuando caduca su aplicación, pero en el caso de que se logre prorrogarlos, las tasas de paro previstas disminuirían.
En cualquier caso, pues, el Banco de España se ha encargado este martes de infundir cautela y un cierto aire de pesimismo a las previsiones de recuperación de la economía española en los próximos meses. La irrupción de una cuarta ola de la pandemia podría ser letal y postergar todavía más el crecimiento económico en nuestro país. Otro factor clave, el de la vacunación, deberá acelerar para que la economía española se vea beneficiada de la salida de la pandemia y, en consecuencia, experimente el tan deseado y necesario cambio de tendencia.