El Govern balear publicó este miércoles una resolución con nuevas medidas para reforzar la seguridad sanitaria frente la pandemia del coronavirus, que obligará a cerrar los locales de comercio, ocio y restauración de las calles Miquel Pellisa y Pare Bartomeu Salvà (El Arenal) y la calle Punta Ballena (Magaluf).
Según ha explicado el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, la resolución prohibirá además en Baleares el uso de vasos grandes —capacidad superior a 0,5 litros— y pajitas de plástico largas «que se ha visto porque favorecen el uso compartido de bebidas alcohólicas».
Asimismo, en las zonas afectadas por la Ley de Excesos se prohíbe el uso de mesas altas con taburetes porque, según el conseller, «favorece que el cliente en vez de estar sentado esté de pie y no se respete la distancia de seguridad». De esta forma, los locales estarán obligados a tener mesas y sillas tradicionales.
«Nuestra actividad turística depende también de nuestra imagen, pedimos a los turistas que cumplan las medidas establecidas por el Govern», ha asegurado Negueruela.
En este sentido, ha explicado que se trabajará en campañas con los mercados emisores para lanzar un mensaje de «destino seguro y principal destino del Mediterráneo» y de qué comportamientos se pueden llevar a cabo en las Islas.
«Actualmente el archipiélago presenta mejores datos que los de otros territorios y el objetivo que se persigue con estas nuevas medidas es evitar que el comportamiento incívico de unos pocos pueda poner en riesgo todo lo conseguido hasta ahora en términos de reinicio seguro del turismo», han destacado desde el Govern.
Alemania avisa a España: O controla las fiestas o cancelará vuelos
La decisión coincide con las imágenes que se han visto recientemente —precisamente en Magaluf, una de las zonas afectadas por los cierres, pero también en Palma y otras zonas de ocio del archipiélago— de decenas de turistas agolpados en las calles, bailando bajo los efectos del alcohol, sin respetar las distancias de seguridad y sin mascarilla.
Precisamente a raíz de esas imágenes, el Gobierno alemán ha lanzado un duro aviso a las autoridades españolas y baleares. Su ministro de Sanidad, Jens Spahn, alertó de que «la pandemia no ha pasado. Estamos en medio de ella», e hizo hincapié en que «el peligro de una segunda ola es real», como se ha podido comprobar después de varios rebrotes, tanto en Alemania como en España, con miles de casos nuevos que han hecho que la curva de contagios vuelva a doblarse, ahora hacia arriba.
El gobierno alemán ha recordado a las autoridades españolas que todavía quedan unos 300 vuelos pendientes entre el país germano y el archipiélago balear en lo que queda de julio, pero si no se toman medidas para evitar que se repitan imágenes como las de estos días amenazan con cancelarlos.
De hecho, desde el país germano ya son varios los partidos políticos y sectores de la sociedad que están empezando a exigir al Gobierno que realice tests obligatorios a todos los turistas que vuelvan de Mallorca, una prueba que desde el país están muy preocupados por los posibles contagios que se puedan producir.
España defiende al turismo y sus protocolos
España, por su parte, ha defendido al sector turístico y las medidas que se han ido implementando en los diferentes territorios para garantizar un turismo seguro y luchar contra los contagios de coronavirus.
De hecho, Baleares fue la segunda comunidad autónoma que anunció que obligaría a llevar mascarilla aunque se mantenga la distancia de seguridad a pesar de que, de momento, es una de las menos afectadas por los nuevos brotes de Covid.
Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, aseguró el lunes que el sector del turismo «está siendo muy responsable» en la implementación de los protocolos de seguridad. En algunos puntos de España ya se han cerrado locales que no cumplían las normas, y además, de los brotes detectados hasta la fecha en España, ninguno se ha producido en locales de ocio.