España vive actualmente una situación epidemiológica que como mínimo se tiene que definir como preocupante. Estamos inmersos en una tercera ola en la que no dejan de aumentar los contagios en buena parte del país, con unos hospitales cada vez más saturados y con la previsión de que en los próximos esto acabe provocando también un incremento de los fallecidos a cifras quizás no vista ni en la primera ola.
Y la realidad es que mientras de momento los gobiernos autonómicos se siguen limitando a endurecer las restricciones al máximo que les permite el actual estado de alarma, sigue revoloteando la posibilidad de un confinamiento, aunque el Gobierno de Pedro Sánchez lo siga descartando. Pero como decimos la realidad es muy distinta entre los responsables sanitarios de las comunidades que siguen viendo en él una opción a tener cuenta.
La última en sumarse a esta tendencia ha sido Cataluña. I es que si la situación es límite, su consejería de Salud no descarta el confinamiento domiciliario. El director del Servicio Catalán de la Salud, Adrià Comella, ha explicado en 'Catalunya Radio' que valorarían tomar medidas más drásticas en Cataluña «si la situación se desborda». «El confinamiento domiciliario tiene efectos sobre la salud, es el último recurso», ha comentado un Comella que, al hilo de la cuestión, también ha argumentado: «También es cierto que si la situación se desborda tenemos que tener presente que es un recurso que se tiene que poder utilizar».
El Gobierno de la Generalitat y el gobierno español, en esta línea, ya han descartado en reiteradas ocasiones el confinamiento total en el Estado español, pero ahora desde Salud trasladan que sí que sería una opción a valorar en caso de que la situación epidemiológica en Cataluña fuera insostenible. De momento, pero, el Gobierno se mantiene firme y asegura que, si bien es cierto que la opción está sobre la mesa, no es algo a valorar.
Comella también ha anunciado que Cataluña ya tiene más de 700 personas ingresadas a la UCI por covid pero descarta usar la palabra «colapso». «Hay mucha tensión, la palabra colapso da miedo», ha añadido. Finalmente, el mismo Adrià Comella ha ido más allá para alertar sobre el nuevo tronco de la Covid-19 importada desde Inglaterra, puesto que según el director del Servicio Catalán de la Salud en cuestión de meses el nuevo tronco del virus se podría imponer al anterior.
Las comunidades llaman al autoconfinamiento mientras el Gobierno se mantiene inflexible
Como hemos comentado, la única opción que les ha quedado a las comunidades autónomas es pedir el autoconfinamiento a su población, cosa que ya han hecho algunas como Andalucía, Castilla y León o Galicia. Junto a este llamamiento, no les ha quedado otro remedio que llevar todas las medidas posibles al máximo.
Se está generalizando el cierre de establecimientos de restauración y en algunos imponer el cierre de comercio a las seis de la tarde. Algunas han llevado el límite para poder reunirse, como Murcia o la Comunidad Valenciana que prohíben las reuniones de no convivientes salvo algunas excepciones. Y luego está el pulso de Castilla y León que mantiene su toque de queda a las 20 horas a la espera que se resuelva el recurso judicial interpuesto por el Gobierno.
Mientras tanto, aunque se haya producido un relevo en el ministerio, no parece que vaya a haber ningún cambio respecto a la postura de Sanidad sobre el confinamiento domiciliario. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, afirmaba este miércoles que cree que la nueva ministra, Carolina Darias, seguirá por la misma línea que su predecesor. «No está dentro de los escenarios que estamos manejando», afirmaba en una entrevista en 'RNE'.