Los científicos van avanzando en el conocimiento del Coronavirus y estos últimos días se han dado pasos muy importantes. Por un lado, se ha descubierto que la neumonía es sólo una consecuencia y que el virus ataca otros órganos. Por otro lado se han empezado a hacer autopsias en Italia y en España, y esto permite saber nuevas cosas sobre el Covid-19.
En España aún habrá que esperar un poco para saber lo que revelan las primeras autopsias, que justo ahora se están empezando a hacer, pero en Italia ya se han hecho varias y médicos especialistas como el doctor Francesco Vaia, del Instituto Nacional para Enfermedades Infecciosas «Lazzaro Spallanzani», advierte de descubrimientos muy relevantes.
Concretamente, han encontrado en cadáveres de pacientes de Covid-19 microembolias en los pulmones y daños en las arterias y el corazón. «Al principio se pensaba en la neumonía intersticial bilateral, ahora sabemos que compromete a otro órgano importante que es el corazón, y afecta al miocardio y al pericardio».
El daño que provoca el Covid-19 al corazón se deduce de los resultados de 20 autopsias a pacientes de entre 35 años y 90 años, la mayoría de ellos ancianos, fallecidos por Coronavirus. La observación a través de macroscopía y microscopía revela que todos ellos murieron por daños en los pulmones o el corazón.
En las autopsias se ha podido ver inflamación de las arterias alrededor de los pulmones y del corazón que ha llevado a esos pacientes a morir por paradas cardiorrespiratorias. Eso ha llevado a los médicos de ese centro italiano a cambiar la medicación a sus pacientes y, aunque no hay evidencias científicas de ello, la heparina les está funcionando.
«Se han curado muchas personas, y es el primer centro sin contagios entre el personal sanitario», dice el doctor, que achaca este hecho a las estrictas medidas de prevención fijadas por el hospital: «No se permite la entrada a familiares, todo el que no es personal sanitario se queda fuera, es obligatorio el uso de máscaras incluso en servicios como comedor».
Sobre las medidas de confinamiento, explica que estas son importantes pero que lo decisivo son las precauciones de sanidad pública como la seroprevalencia, «ir a ver dónde está el virus, confinarlo en la zona de está y no dejar que se expanda». Esto explica que a pesar de las duras medidas de confinamiento, en algunas partes sigan habiendo contagios.
¿Y sobre la fase de desescalada? El doctor cree que entre el pico de contagios y la fase de desescalada hay una larga travesía del desierto en la que hay que ir tomando medidas en función de lo que se va ensayando y comprobando: «Observo, veo, y cuando compruebo abro. Todo se debe abrir, pero muy despacio, con las reglas y observando».
Todo hasta que llegue la ansiada vacuna, para lo cual también es optimista: «El tiempo juega a nuestro favor, porque en junio empezaremos a experimentar la vacuna en personas».