Tras el estallido de la pandemia, el coronavirus ha acaparado toda la atención sanitaria y social. Sin embargo, no se trata de la única enfermedad vírica y peligrosa sobre la cual hay que mantenerse en constante alerta.
De hecho, China acaba de confinar a un pequeño pueblo de la región autónoma de Mongolia Interior después de que uno de sus vecinos muriera por una enfermedad intestinal.
Tras la lección aprendida durante la crisis del coronavirus, las autoridades asiáticas han decidido actuar de inmediato para frenar la expansión de otra posible enfermedad letal.
La enfermedad intestinal ya ha causado un fallecido en un pueblo del norte de China
Hasta el momento, ya se han rastreado nueve contactos cercanos del fallecido y 26 contactos de esos nueve. Todos han sido puestos bajo observación y cuarentena a pesar de que todos los contactos del ‘paciente cero’ han dado negativo en las pruebas diagnósticas para esta enfermedad.
Aunque no ha trascendido más información sobre esta nueva enfermedad, la situación en este pueblo ubicado en el extremo norte del país preocupa enormemente a las autoridades sanitarias.
La administración local ha emitido un nivel de alerta tres para el pueblo, ubicado en el distrito de Bandera Unida de Darhan Muminggan, en la ciudad de Baotou, que estará vigente hasta final de año para controlar la evolución de la enfermedad.
Los controles sanitarios se han extremado en China y en otras partes del mundo a raíz de la pandemia de coronavirus. El origen del virus se sitúa en la ciudad china de Wuhan y la falta de reacción del gobierno asiático para informar al resto de países ha generado controversia en todo el mundo.
El coronavirus afecta ya a 188 países con un saldo de más de 19 millones de contagiados y cerca de 715.000 muertos, por lo que frenar cualquier posibilidad de una nueva epidemia se antoja crucial en estos momentos.