Los vecinos de la pequeña localidad valenciana de Alcúdia dels Crespins aún se preguntan que pudo llevar a Teri, de 19 años, a matar a su propia madre, Ana de 45, con la ayuda de su novio, de 18. Es más aún están más sobrecogidos al confirmarse que han estado durante una semana conviviendo con el cuerpo de la asesinada, que fue encontrado en avanzado estado de descomposición en el piso que compartían.
Los dos jóvenes fueron detenidos este jueves después de los registros llevados a cabo por en la vivienda del número 18 de la calle Miguel Hernández por la Guardia Civil del cuartel de Canals y por la Policía Judicial de Játiva. Todo apunta que se trata de una muerte violenta aunque se desconoce cuál podría ser lo que les motivó a cometer, presuntamente, el asesinato.
Años de maltratos y penurias para Ana
Pero es la que vida de Ana durante los últimos años no fue nada fácil. «El marido la maltrataba y los dos hijos también lo hacían cuando le pedían dinero», explicaba una vecina a 'El Español'. Ella llegó a nuestro país desde Bulgaria hace unos 15 años. Desde entonces todo fueron «golpes, gritos y peleas en la casa», relataba esta misma mujer.
Aunque «hablaban en su idioma, pero se notaba que eran discusiones muy fuertes», seguía explicando. Pese a ello, mientras su marido estaba fuera mucho tiempo haciendo de camionero, ella seguía intentando también sacar adelante a su familia haciendo de todo: cosiendo, cuidando a personas mayores, limpiando escaleras.
Pasaron los años y Ana y su marido se acabaron divorciando. Su hijo Nicolás se fue con él y ella se quedó con Teri. Esto no supuso una real mejora para la vida de Ana pues «la hija tenía arranques de rabia cuando no se salía con la suya», dice una vecina y amiga, que confirma otro residente en el bloque «La madre se dejaba los cuernos trabajando y la hija no daba palo al agua y encima era caprichosa».
Mientras su madre trabaja, la joven pasaba buena parte de su tiempo con 'El Masiero', su novio. Él, también de Europa del este, y Teri se habían conocido en la vecina localidad de Canals. Los dos eran de los habituales de la zona conocida como pista naranja, que según explica 'El Español', es donde los jóvenes se reúnen a pasar el tiempo, beber y fumar cannabis.
Lo que acabó delatando a la joven
La pobre mujer llegó a tener problemas económicos, tales como para por ejemplo dejar de pagar las cuotas de la comunidad. Finalmente acabó encontrando una solución: «Se ofreció a limpiar la escalera». Y este hecho pudo ayudar a que la investigación de la Guardia Civil acabará apuntando hacia Teri.
Y es que los vecinos se sorprendieron durante los últimos días cuando vieron que era la joven quien limpiaba el bloque. «Al final la hija se ocupaba de limpiar la escalera, un vecino le preguntó por su madre y ella le dijo que volvería dentro de unos días», explican. Junto a esto hubo otro factor que fue determinante: el fuerte olor que salía del piso.
«Era insoportable el olor que había en la escalera», confirman los vecinos. Mientras Teri se mantenía firme como si no hubiera pasado nada: «Este miércoles se puso a limpiar como si nada y le dijo al presidente de la comunidad que el sábado iría su madre a pagar la cuota».
La Guardia Civil no tardó mucho en atar cabos y acabó deteniendo a la pareja por el asesinato de Ana. Ahora será la autopsia quién acabe aclarando la causa de la muerte. Por su lado los investigadores, intentarán descubrir si fue por culpa de una discusión fortuita, como las muchas que tenían madre e hija, o pudo haber algún motivo económico.