Valencia sigue conmocionada por la muerte de tres jóvenes de entre 18 y 21 años, en un accidente de tráfico el pasado domingo. Las víctimas son Anaís Lorena Grec, de 18 años, Ariel Serfaty, de 20 años, y Álvaro Fernández Almela, de 21. El luto reina hoy en el baloncesto valenciano y la universidad de Alcoy.
Ariel y Álvaro habían sido canteranos del Valencia Basket, e igual que Anaís estudiaban en la Universidad Politécnica de Valencia, en Alcoy. En el momento del accidente se dirigían precisamente allí, junto con otro joven de 18 años que quedó herido leve. Los cuerpos serán entregados hoy a las familias, y mañana se harán los funerales.
El siniestro en el que murieron Anaís, Álvaro y Ariel tuvo lugar el domingo, pasadas las diez de la noche. Un coche que condujo seis kilómetros en dirección contraria impactó de forma brutal contra el suyo. Otros dos vehículos se vieron implicados, con el balance final de cinco muertos y cuatro heridos.
Luto en el Valencia Basket
La revelación de la identidad de los fallecidos produjo un gran shock en el Valencia Basket, donde militaron Ariel y Álvaro. Los dos jóvenes tenían una fuerte vinculación con el club taronja, donde la noticia fue recibida como una losa. El primer equipo se enteró durante su viaje a Las Palmas, donde hoy disputarán un partido.
Ariel era hijo de Moisés Serfaty, una de las personas más queridas del Valencia Basket y DJ en los encuentros del primer equipo femenino. Se trata de una persona muy comprometida con las actividades del club, y transmitió ese amor a su hijo. Ariel ejercía como árbitro en la liga senior que organiza la entidad.
Por su parte, Álvaro Fernández era vecino de Puzol y, como Ariel, jugó en las categorías inferiores del club valenciano. Además era sobrino de Quique Almela, responsable de mantenimiento y una de las personas más queridas en la entidad. Álvaro seguía en activo en las filas del CB Morvedre, junto a su hermano Miguel.
Dos jóvenes muy alegres
El Valencia Basket ha expresado su consternación por la trágica pérdida de dos jóvenes tan queridos en el club. Hay que recordar que hace apenas unos días la entidad ya perdió a uno de sus trabajadores, Loren Lopera, de forma inesperada. Ahora se suma el luto por la muerte de estos dos chicos en accidente de tráfico.
Por su parte, el CB Morvedre ha suspendido los entrenamientos y el partido que tenía que disputar el equipo senior el próximo fin de semana. El club de Sagunto ha recordado a su jugador en un emotivo mensaje en redes sociales. Le recuerdan como un chico amable y atento, movido por su pasión por el baloncesto.
La Federación de Baloncesto de la Comunidad Valenciana también ha mostrado su pesar, con especial mención a Ariel por su faceta de árbitro. Compañeros suyos le recuerdan como un chico muy alegre, siempre con una sonrisa y transmitiendo buen rollo. Ariel ejercía como monitor en los campus del Valencia, donde hoy lloran su pérdida.
Anaís, ‘un corazón enorme’
Junto a Álvaro y Ariel perdió también la vida Anaís Lorena Grec, vecina de Oropesa de 18 años y estudiante universitaria. Su compañero de piso en Alcoi, Karen, le recuerda entre lágrimas como ‘una chica con un corazón enorme’. Esta joven mantenía una relación de amistad muy estrecha con la fallecida.
La Universidad Politécnica de Valencia en Alcoi es otro de los lugares donde hoy reina el luto y el dolor. El domingo, Anaís y sus compañeros se dirigían a Alcoi para retomar las clases del segundo semestre. En la A-7 a su paso por Rotglà i Corberà encontraron la muerte, y la noticia se difundió rápidamente por el campus.
La entidad universitaria ha decretado tres días de luto oficial, manifestando “el dolor compartido por toda la comunidad” y el “apoyo a los familiares”. Las banderas ondean a media asta, y se han guardado minutos de silencio. En el ambiente reina la consternación, el dolor de perder a personas tan jóvenes y buenas.
Las otras víctimas
El origen del accidente se encuentra en el Opel Vectra que conducía Vicente Gallego, un anciano de 89 años. Según han podido saber las autoridades, condujo seis kilómetros en sentido contrario hasta impactar con el Renault Laguna donde iban los cuatro estudiantes. Vicente iba en el coche con su mujer, Carmen, y Luisa, una amiga.
Luisa, vecina de La Llosa, pidió sentarse en el asiento del copiloto porque se mareaba, y perdió la vida igual que Vicente. Por un giro del destino, Carmen se salvó al haberse sentado en el asiento trasero. Fue ingresada en el hospital, con pronóstico reservado.
Vicente, Carmen y Luisa volvían de pasar la tarde de domingo en el Hogar del Jubilado de l’Alcúdia de Crespins. En La Llosa de Ranes lloran la muerte de Luisa, una persona “muy abierta, alegre y vital”. Según apuntan algunas fuentes, Vicente era natural de Xàtiva y vivía con Carmen en La Llosa.