La Policía Nacional ha detenido en Plasencia (Cáceres) a un hombre de 38 años que, tras molestar a una hostelera y varios vecinos en la Plaza Mayor de la capital del Jerte, agredió y mordió a uno de los agentes que se personaron en el lugar.
Los hechos tuvieron lugar este martes, alrededor de las 17:15 horas, cuando la Policía Local recibió una llamada de una hostelera placentina en la que denunciaba que un cliente ebrio les estaba molestando, si bien a la llegada de los agentes esta persona ya no estaba en el local.
Minutos después se recibió otra llamada en la que se denunciaba que esta misma persona estaba molestando a las personas que se encontraban en la Plaza Mayor.
Una vez localizado, los agentes intentaron identificarle, pero al mostrarse muy agresivo decidieron pedir colaboración a la Policía Nacional.
Cuando la patrulla de la Policía Nacional llegó, esta persona se abalanzó sobre los agentes y agredió y mordió a uno de ellos, por lo que se procedió a su detención.
En el traslado a la Comisaría, el detenido rompió varias lunas desde el interior del coche patrulla.
Nueve detenidos y cinco puntos de venta desmantelados
La Guardia Civil ha detenido a nueve personas y ha desmantelado cinco puntos de venta de drogas en una operación realizada el pasado viernes, 2 de octubre, en la localidad cacereña de Logrosán, y en la que participaron más de 130 agentes.
Durante la operación, denominada 'Limatus' se registraron diez inmuebles, tanto viviendas, como cocheras y almacenes de Logrosán, y fueron intervenidas distintas cantidades de droga, como 360 dosis de cocaína y 18 kilos de marihuana, así como dinero y material para la preparación y venta de la droga.
La investigación se inició el pasado año y se centró sobre un presuntó grupo organizado dedicado a la venta de drogas en esta localidad cacereña y otras limítrofes, en las que se vendía principalmente cocaína y marihuana bajo la modalidad del «menudeo».
El desarrollo de la investigación condujo a determinar la existencia de un grupo «organizado y estructurado» que operaba desde Logrosán donde tras obtener la droga se procedía a su adulteración, y posteriormente era vendida a distintos consumidores de la zona.
Tras varios meses de investigación, la Guardia Civil logró identificar a los principales integrantes de la supuesta red delictiva, así como ubicar los lugares donde se llevaban a cabo las transacciones y venta de las sustancias.