Un ultramaratón en China se ha saldado lamentablemente con 21 participantes fallecidos. La lluvia helada, el granizo y los fuertes rachas de viento han azotado duramente a los corredores que participaban este domingo en la carrera de montaña. Los otros 151 deportistas han logrado salvarse, a pesar de las inclemencias meteorológicas, según ha informado la agencia de noticias ‘Xinhua’.
La carrera se disputaba en el parque forestal de piedras del río Amarillo, una zona ubicada cerca de la ciudad de Baiyin, en la provincia de Gansu. Tras el ultramaratón, ocho participantes fueron atendidos en el hospital por heridas leves, según el alcalde de la ciudad, Zhan Xuchen.
«Hacia el mediodía, el tramo de gran altitud de la carrera entre el kilómetro 20 y 31 se vio afectado de repente por condiciones climáticas desastrosas. En poco tiempo, granizo y lluvia helada cayeron de súbito sobre la zona, y había vientos fuertes. La temperatura cayó bruscamente», señaló el alcalde de Baiyin.
Al poco tiempo de recibir llamadas de varios participantes solicitando ayuda, la organización del evento envió a un equipo de rescate, que lograba salvar a 18 corredores, según Zhan Xuchen.
La última víctima mortal fue encontrada a las 9.30 locales, pero «ya había perdido la vida», informaba la cadena de televisión ‘CCTV’, citando al centro local de socorrismo. Entre los fallecidos en esta lamentable tragedia figuran dos veteranos nacionales del maratón, Liang Jing y Huang Guanjun.
Liang se hizo con la victoria en varios maratones en China durante los últimos años. Huang, que era sordomudo, ganó el maratón masculino para personas con discapacidad auditiva en los Juegos paralímpicos nacionales de 2019 en Tianjin.
«Este es un incidente de seguridad pública causado por cambios bruscos del tiempo en una región local», lamentaba el alcalde, quien añadió que las autoridades provinciales investigarían detalladamente las causas.
Más de 700 socorristas se movilizaron para buscar a los desaparecidos durante la carrera. Imágenes de los medios de comunicación locales mostraron a los equipos de rescate escalando el terreno rocoso con la ayuda de linternas para facilitar las tareas de búsqueda y rescate durante la noche.
«Todo mi cuerpo estaba empapado, incluidos los zapatos y calcetines. No podía mantenerme erguido por el viento, tenía mucho miedo de que me llevara. El frío era cada vez más insoportable», declaró uno de los supervivientes de esta trágica carrera a la prensa local.
La temperatura siguió cayendo por la noche, algo que dificultó todavía más las tareas de rescate y la búsqueda de los desaparecidos, según ‘Xinhua’.
Una región marcada por las desgracias
Gansu es, sin duda alguna, una de las regiones más pobres de China. Esta limita con el norte de Mongolia y con Xinjiang al oeste.
En el pasado, esta zona ya había sido azotada con cambios meteorológicos extremos que ocasionaron inundaciones y deslizamientos de tierra que se cobraron más de un millar de muertos en 2010.
Además, esta provincia es propensa a los terremotos. De hecho, el bosque de piedras del río Amarillo, donde se disputaba la trágica carrera, es conocido por su paisaje montañoso accidentado marcado por los pilares de piedra y estalagmitas. Este terreno suele servir de escenario para muchos programas de televisión y películas, ya que se han hecho muy populares.
Los maratones y los deportes extremos se han hecho populares entre la clase media china en los últimos tiempos. Sorprendentemente, los maratones chinos con frecuencias han estado marcados por escándalo. Prueba de ello es que en 2018 más de 250 participantes de una carrera, el medio maratón de Shenzhen, fueron descalificados por llevar dorsales falsos e incluso tomar atajos para llegar antes al punto de meta.